Banjarmasin, la Venecia de Indonesia

Había leído que a Banjarmasin la comparaban con Venecia. Cuando uno llega hasta esta ciudad indonesia se pregunta dónde han visto que se puedan comparar ambas ciudades. Si a todos los lugares que estén bañados por canales hay que compararlos con Venecia, ápaga y vámonos…

Banjarmasin se encuentra al sur de la provincia de Kalimantan, en Indonesia. Una ciudad que muchas guías de viaje definen como animada, aunque nosotros aceptaríamos mejor la acepción ajetreada, por el constante bullicio caótico en el que se convierten sus calles, un poco sucias, eso sí.

Por eso tal vez lo mejor de ella sean sus canales, esos por los cuales se la conoce como la Venecia de Indonesia. La gente vive alrededor del río. Durante décadas han ido construyendo sus casas de madera, latas e ilusiones a lo largo y ancho del cauce, pero sin ningún orden establecido.

De Venecia poco te acuerdas cuando, en el mismo río en el que la gente se baña y organiza sus mercadillos flotantes, puedes ver cómo otros lavan sus ropas, sus motocicletas, toman el agua para cocinar, e incluso se acercan con un vaso y, tranquilamente, beben sin más.

El río tiene ese color tan característico del agua al que sencillamente llamas sucia. Sin embargo la gente es muy amable, hospitalaria, te invita a comer en la puerta de sus casas, a montarte en la barca y dar un paseo o simplemente te ofrece el río para un chapuzón, no sé si muy recomendable o no, pero con cientos de amigos que te salen por todas partes en pocos segundos.

Resulta increíble comprobar que aquella animación de la que nos hablan tantas guías de viaje hay que identificarla en la sonrisa de los habitantes de Banjarmasin. Comparar el turismo y la “limpieza” de Venecia con esta ciudad es casi un insulto, no tan grande como si pretendes igualar la alegría de Banjarmasin con la de los “tristes” venecianos.

Yo, para que vamos a engañarnos, me quedo mejor con las sonrisas…

Foto Vía Photo Radar