Estatuas curiosas en Bratislava | Destinos Curiosos

Tal vez no sea una ciudad aún demasiado turística, pero Bratislava, capital de Eslovaquia, seguro que va a venir bastante a vernos a nuestros destinos curiosos, por ser una ciudad demasiado curiosa precisamente. Ya estuvimos con ella hablando de su paparazzo de Bratislava, ¿verdad?.

Pero, callejeando, callejeando, nos hemos percatado que el paparazzo, como estatua curiosa, no es la única que puede verse en el casco antiguo de esta ciudad. Además de curiosas, son estatuas con un humor particular, hechas de una manera diferente e ingeniosa.

Quizás la que más cariño despierta entre los turistas y lugareños sea la de Cumil. Este señor representa a un obrero descansando durante su jornada laboral, saliendo de una alcantarilla. ¿A que os suena?. Su nombre proviene de la palabra eslovaca cumit, que significa cotillear. Ojito a las chicas que, si vais con falda, Cumil os seguirá la pista…

En la Plaza Mayor, una de las principales de la ciudad, se halla apoyado en un banco la estatua de un soldado de Napoleón. Aunque, por el sombrero que lleva, nada nos extrañaría que fuera el mismísimo emperador camuflado. El “bueno” de Bonaparte ya estuvo por Bratislava en 1805 y 1809. ¿Le habrá gustado tanto como para quedarse?.

Un poco más adelante de la Plaza Mayor se halla la estatua de Schoner Naci, que en alemán significa el bello Ignacio. Para muchos que no conocen su historia será un señor elegante, con frac, sombrero de copa y un bastón. Sin embargo, Schoner Naci era un famoso vagabundo de Bratislava de principios del siglo XX quien, con su atuendo elegante, entraba en todas las cafeterías para saludar amablemente a todo el mundo.

La más nueva de todas estas estatuas, colocada en el 2006, está situada muy cerca del soldado de Napoleón en la Plaza Mayor. Se trata del Guarda de la Ciudad, un guardia de piedra que, apostado en su garita, vigila el Ayuntamiento de Bratislava. Ojito que se entera de todo…

Seguro que encontraréis fácilmente todas y cada una de estas estatuas. Siempre hay una pequeña cola en ellas, esperando para hacerse unas fotos. ¿A que resultan curiosas?.

Foto Vía Travelpod

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